lunes, 7 de mayo de 2007

Memoria Oral, nuestra historia colectiva.

Mie Niyu, personas hormigas, (en el inicio eso fuimos, en el presente esto somos y en el futuro seguiremos siendo)

Así decimos. En el último de los diluvios, que se padeció en los tiempos tempranos de nuestra vida; el cielo abrió sus puertas para hacer caer mucha agua, las casas que eran de adobe poco resistieron, las espigas de maíz de nuestra vista se fueron borrando; no solo lamentos humanos el viento traía, de nuestro alrededor se oían los mugidos de los animales del monte así como los de la casa. -¿Qué hacer decían los abuelos? Pensar, hablar y acordar fue el trabajo de varios días, hasta que se levantaron y fueron a hablar con las Hormigas. -“Hormigas de esta tierra, ante ustedes venimos, en nuestra espalda traemos una carga de dolor, hambre y lamentos de Nashinanda; no tenemos un lugar donde refugiarnos para resistir a tanta agua que desde el cielo se arroja; la necesidad es muy grande de cobijo, comida y calor de Ustedes”.- Las Hormigas la palabra aceptaron y nos dieron su calor, su vida. Al pasar los días y ver que los cielos habían cesado de tanta agua, nos dirigimos a las Hormigas dándoles nuestros agradecimientos. La vida que llevamos con las Hormigas unimos a nuestro pensamiento, el corazón y nuestras manos y por eso, una vez que salimos de la casa de las Hormigas volvimos a este mundo siendo Hormigas también, por eso hoy somos “Mie Nillu”, “Personas Hormigas”, en memoria de lo que sentimos, vimos y compartimos en la casa con las Hormigas.